El autismo es un misterio. Investigadores como Uta Frith explicaron de forma científica el comportamiento de las personas con autismo. Frith afirmaba que el cerebro neurotípico tiene necesidad de buscar coherencia en la información que recibe de los sentidos. Si no la haya salta la alarma.
En los normo típicos los datos que llegan de la vista, el oído, el tacto, el olfato… se almacenan en estancos separados. Les cuesta a los niños con autismo hablar y mirar a la vez.
Marta Rodríguez, gerente del Centro gatea de atención global a personas y familias con autismo, nos acerca al trabajo que los profesionales de este centro desarrollan para enseñar a las personas con TEA a integrar los sentidos, a vivir en un mundo que no está adaptado a sus necesidades.
“Los chicos de Gatea nos enseñan a ver los detalles de la vida. Si nos detenemos en lo pequeño la vida es más hermosa”
“Cuando emprendas tu viaje a Ítaca, pide que el camino sea largo, lleno de aventuras. Ni temas ni a cíclopes ni a lestrigones. No los hallarás en el camino si tu pensar es elevado. Pide que sean muchas las islas en las que recalar. Empápate de sus tesoros. Mas no apresures el viaje, mejor que dure muchos años y llegar viejo y enriquecido por el camino, hasta Ítaca…¨