Destacábamos en el capitulo anterior que las personas con TEA ven el mundo en detalle. Son niños o adultos que van de lo particular a lo general. En este podcast, Marta Rodríguez, gerente del Centro Gatea de Atención Global a personas y familias con TEA, recalca: “esta especial mirada al mundo es una ventaja en campos como el arte, el Big Data. Sin embargo, les complica la vida en la mayor parte de las actividades de la vida diaria”. Los pequeños con autismo deben realizar un esfuerzo extra en el colegio en su tiempo de lectura, por ejemplo. En las relaciones sociales un hecho como interpretar una sonrisa será para los TEA todo un reto. Ellos asocian la sonrisa y la risa con la alegría. En algunos casos, todos sabemos, que no es así. Ellos pueden ser víctimas de bullyng e interpretar lo contrario: “cuantos amigos tengo”. Entonces… ¿Cómo trabajamos la interpretación del contexto? ¿A nivel cognitivo como aprenden nuestros hijos con autismo a pasar de la interpretación del detalle a lo general de la situación? ¿Es posible? La terapia, el trabajo diario es el camino y se alcanza esa meta. Desde esa capacidad especial de los TEA, el Centro Gatea ha iniciado un proyecto fotográfico único. Una actividad para que, las personas que perciben detalles que a la mayoría se nos escapan, realicen y presenten sus fotografías, su visión de la vida diaria. Ellos son protagonistas en el concurso fotográfico “Una mirada concreta. Una mirada con TEA”. Sorprendentes las imágenes que observaremos en la exposición de las mismas. Un mundo de pequeñas cosas que la inmensa mayoría no disfrutamos. ¿Por qué Jorge realizaba fotografías a las alcantarillas de su ciudad? …Es una gran lección que escucharán en este podcast.

“Cuando emprendas tu viaje a Ítaca, pide que el camino sea largo, lleno de aventuras. Ni temas ni a cíclopes ni a lestrigones. No los hallarás en el camino si tu pensar es elevado. Pide que sean muchas las islas en las que recalar. Empápate de sus tesoros. Mas no apresures el viaje, mejor que dure muchos años y llegar viejo y enriquecido por el camino, hasta Ítaca…¨